¿Cómo se asignan los nombres a los huracanes? A continuación te lo decimos

Con la temporada de huracanes aproximándose rápidamente, es crucial entender cómo se eligen los nombres que marcarán los ciclones tropicales más poderosos del año. Esta práctica de nombrar huracanes comenzó formalmente a finales del siglo XI, y hoy en día sigue un protocolo estricto coordinado por la Organización Meteorológica Mundial (OMM). A continuación te damos toda la información.

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La temporada de huracanes, que va del 1 de junio al 30 de noviembre, es vigilada de cerca por el Centro Nacional de Huracanes del Pacífico y otros organismos meteorológicos internacionales. Este año, se esperan aproximadamente 20 ciclones tropicales en el Pacífico y 17 en el Atlántico, fenómenos que tienen un impacto directo en países como México.

Cada huracán recibe un nombre específico de una lista predefinida por la OMM, que se repite cada seis años. Esta lista incluye nombres tanto femeninos como masculinos, organizados alfabéticamente y rotados en tres idiomas: español, inglés y francés. Por ejemplo, la lista utilizada en 2024 volverá a ser utilizada en 2030.

Sin embargo, hay situaciones excepcionales donde un nombre de huracán puede ser retirado de la lista. Esto ocurre únicamente cuando el huracán ha causado pérdidas humanas significativas o daños materiales severos. En tales casos, el país afectado puede solicitar a la OMM la eliminación del nombre, que será reemplazado por otro de la misma letra del abecedario.

México, por ejemplo, solicitó en 2014 la eliminación de los nombres Ingrid y Manuel, reemplazándolos por Imelda y Mario, después de que estos huracanes devastaran áreas del país en septiembre de 2013. Otros nombres retirados en el pasado incluyen Patricia, Erika y Joaquín, debido a su impacto destructivo.

La tradición de nombrar huracanes con nombres de personas tiene sus raíces en la sencillez y la facilidad de identificación. Originalmente, las tormentas tropicales y huracanes se nombraban según el santoral del día en que alcanzaban su máxima intensidad.

A finales del siglo XIX, esta práctica evolucionó con la introducción de nombres bíblicos por meteorólogos como Clement Lindley, y más tarde, en 1979, los Estados Unidos comenzaron a incluir nombres masculinos para los huracanes, buscando una mayor seriedad y concienciación pública sobre la amenaza que representan estos fenómenos naturales.

En el Océano Pacífico, los huracanes que potencialmente se formarán en 2024 llevarán nombres como: Aletta, Bud, Carlotta, Fabio, Emilia, Daniel, Ileana, Héctor, Gilma, Lane, Kristy, John, Olivia, Norman, Miriam, Paul, Rosa, Sergio, Xavier, Vicente, Willa y Tara.

Mientras tanto, en el Océano Atlántico, se espera que huracanes como: Chris, Beryl, Alberto, Francine, Ernesto, Debby, Isaac, Helene, Gordon, Leslie, Kirk, Joyce, Oscar, Nadine, Milton, Patty, Rafael, Sara, William, Valerie y Tony puedan impactar a diversas regiones costeras.

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