Un reciente informe científico ha alertado sobre un problema creciente que afecta a tres cuartas partes de la tierra ya que se están secando y salinizando. Este fenómeno, impulsado por el cambio climático y el aumento de las temperaturas globales, está transformando drásticamente la capacidad de la Tierra para producir alimentos de manera sostenible y amenazando la seguridad hídrica y alimentaria de miles de millones de personas en todo el planeta.
Según un análisis publicado por la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (CNULD), las tierras áridas, que se caracterizan por la escasez de agua, representan más del 40 % de la superficie terrestre del planeta, excluyendo la Antártida.
Además, un informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) revela que alrededor del 10 % de los suelos globales ya están afectados por el exceso de sal, mientras que otros 2.500 millones de acres están en riesgo de sufrir este daño en las próximas décadas.
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The aspect of climate change I'm most worried about is its impacts on agriculture and food security.
— Hannah Ritchie (@_HannahRitchie) September 18, 2023
Multiple risks: direct heat stress, plus drought and floods.
The impact of last year's floods in Pakistan provides one example.
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Amenazando la seguridad alimentaria
El cambio climático ha acelerado este proceso. De acuerdo con un estudio reciente, el 77 % de las tierras del mundo se han vuelto más secas en los últimos 30 años, mientras que la proporción de suelos excesivamente salados ha aumentado significativamente. Estas tendencias interconectadas, según el informe, amenazan la productividad agrícola, la biodiversidad y la salud de los ecosistemas, lo que agravará la inseguridad alimentaria y del agua a nivel global.
La situación es especialmente crítica en regiones como el Medio Oeste de los Estados Unidos, el centro de México y el Mediterráneo, donde la salinización y desertificación podrían extenderse aún más si las emisiones de gases de efecto invernadero continúan creciendo.
El hambre mundial, un futuro aterrador
El informe destaca que, sin un esfuerzo global concertado para reducir las emisiones, miles de millones de personas podrían enfrentarse a un futuro marcado por el hambre, el desplazamiento forzado y el declive económico. De hecho, entre 1990 y 2020, el cambio climático transformó aproximadamente el 7.6 % de la superficie terrestre, convirtiendo paisajes húmedos en tierras secas, afectando a alrededor del 30 % de la población mundial.
Esta proporción podría más que duplicarse para finales de siglo si no se toman medidas urgentes para mitigar el calentamiento global. Los investigadores advierten que, a medida que los alimentos y el agua se vuelvan más escasos, las tensiones sociales podrían intensificarse, dando lugar a conflictos generalizados.
“Este problema se intensificará en las próximas décadas”, advirtió Hannah Waterhouse, científica del suelo y el agua de la Universidad de California en Santa Cruz. “El desafío es enorme, y las soluciones necesitan ser rápidas y globales para evitar consecuencias devastadoras”.
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