La vida ha presentado múltiples desafíos a Uros Durdevic, y el delantero montenegrino ha demostrado repetidamente su capacidad para superarlos. Ahora, se prepara para enfrentar un nuevo reto con el Atlas, a miles de kilómetros de su lugar de origen, donde comenzó su relación con el futbol en una época marcada por la guerra y la muerte.
Durdevic creció en Obrenovac, una ciudad situada a unos 30 kilómetros de Belgrado, la actual capital de Serbia y antes parte de la antigua Yugoslavia. En este entorno, el futbol se convirtió en su refugio ante los horrores de las guerras yugoslavas entre 1991 y 2001. “Era difícil porque había guerra. Yo cuando empecé [a jugar] era 1999, empecé con cinco años a entrenar futbol en una escuela de futbol de mi ciudad”, recuerda Durdevic en una reciente entrevista.
De vivir la guerra de Kosovo a jugar en el futbol mexicano
La guerra de Kosovo comenzó cuando Durdevic tenía solo cuatro años y terminó en junio de 1999, justo cuando él empezaba a patear el balón junto a su hermano Kristijan, también futbolista profesional. El conflicto bélico dejó una profunda marca en la región, con al menos 12,000 personas muertas o desaparecidas según varios reportes.
“Yo y mi hermano por eso empezamos a entrenar futbol, para no pensar sobre eso que estaba pasando”, explica Durdevic. “Pero al final eso es importante cuando tienes toda la familia cerca y te ayuda para crecer”. Además de la guerra, Durdevic enfrentó otros desafíos significativos a lo largo de su vida. Desde temprana edad, mostró una madurez y seriedad notables, cualidades forjadas en parte por su rutina diaria para entrenar en la cantera del Partizán de Belgrado. Viajaba en autobús junto a su familia, recorriendo más de 60 kilómetros entre ida y vuelta.
El valor de Durdevic para conseguir su sueño
“Mi ciudad está a 30 kilómetros de Belgrado, y mi colegio estaba en mi ciudad, y cuando acababa el colegio tomaba el autobús para ir a entrenar y después volver. Todos los días así”, reveló Durdevic.
El sacrificio y la disciplina formaron el carácter del delantero, quien debutó profesionalmente en 2011 con el FK Rad de Belgrado, destacándose rápidamente por sus habilidades goleadoras. Esto le abrió las puertas para jugar en clubes europeos como Vitesse en Países Bajos, Palermo en Italia, y Olympiacos en Grecia. En 2018, se unió al Sporting de Gijón, donde continuó demostrando su valía antes de embarcarse en su nueva aventura con el Atlas en México.
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