En un viaje desde Puebla hasta Chihuahua, la familia de José ha llevado consigo un tesoro invaluable: su legado de artesanía tradicional que ha perdurado a lo largo de generaciones. Originarios de San Pablito, Puebla, esta familia ha decidido establecerse en la ciudad de Chihuahua para compartir su amor por el arte y su herencia ancestral.
“Somos de San Pablito, Puebla. Yo nací allí, y mi fábrica, mi trabajo, están allá. Esto es lo que he heredado de mis abuelos y es lo que quiero compartir con el mundo. Es un trabajo que me llena de orgullo”, expresó José, el patriarca de la familia y hábil artesano.
La familia se dedica principalmente a la creación de arte en papel amate, pulseras, collares y manteles de bordado, así como sombreros pintados a mano. Cada pieza es elaborada con dedicación, paciencia y una gran dosis de creatividad.
“Nuestro trabajo incluye piezas de chaquira, como pulseras y collares. Realizamos de 10 a 20 piezas por día, mientras que los aretes, que requieren más detalle, los producimos en 2 o 3 pares por día. Incluso los cinturones con chaquira llevan una semana de trabajo debido a los intrincados detalles y el amor que ponemos en cada uno”, dijo José.
Ya han pasado tres años desde que la familia se estableció en el estado grande de Chihuahua, encontrando en sus gentes un cálido hogar para su herencia artística. José, con una sonrisa amable, comenta: “Chihuahua nos ha recibido muy bien. La gente que atendemos aquí nos ha tratado con mucho cariño. Siempre estamos agradecidos por la oportunidad de compartir nuestro arte y ver cómo las personas lo aprecian.”
Los esfuerzos de la familia de José no sólo honran su legado, sino que también contribuyen a enriquecer el tejido cultural de Chihuahua. Su pasión y amor por el arte se reflejan en cada creación, y su historia inspira a todos aquellos que valoran la artesanía tradicional y el compromiso con la herencia cultural.
