Siguiendo el ejemplo de la NASA, China se prepara para desviar un meteorito de su trayectoria mediante un impacto controlado desde la Tierra. La Administración Espacial Nacional de China (CNSA) ha anunciado que llevará a cabo una misión espacial con el objetivo de impactar y redirigir un asteroide que pasará cerca de nuestro planeta el próximo año.
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El asteroide en cuestión es el 2019 VL5, una roca espacial de unos 30 metros de diámetro que viaja alrededor del Sol a una velocidad de 6,4 kilómetros por segundo. Aunque cada año pasa a unos 3 millones de kilómetros de la Tierra, no representa una amenaza inmediata para nuestro planeta.
La CNSA lanzará una nave espacial compuesta por dos elementos principales: un observador y un impactador. Ambos componentes se lanzarán juntos a bordo de un cohete Long March 3B, pero seguirán trayectorias separadas. El observador se encargará de mapear la topografía y recopilar datos, mientras que el impactador colisionará directamente con el asteroide.
Wu Weiren, el diseñador principal del programa de exploración lunar de China, explicó que el objetivo es desviar la trayectoria del asteroide entre 3 y 5 centímetros con el primer impacto. Aunque parece una desviación mínima, este cambio tendrá un efecto significativo a largo plazo, alterando la trayectoria del asteroide en hasta 1,000 kilómetros en solo tres meses.
Este proyecto de defensa planetaria marca un nuevo capítulo en la exploración espacial. Tras el impacto, el observador regresará para llevar a cabo observaciones detalladas y monitorear los cambios en la órbita del asteroide. El plan se detalló en el documento titulado “Diseño Científico del Objetivo de la Misión de Prueba de Defensa de Asteroides y Configuración de la Carga Útil”, presentado en la octava Conferencia de Defensa Planetaria en Viena, Austria.
¿Cuál es el futuro de la defensa planetaria?
Actualmente, la única forma efectiva de proteger la Tierra de un asteroide potencialmente peligroso es desviar su trayectoria unos grados hasta alcanzar una distancia segura. Aunque el concepto parece simple, requiere cálculos precisos y tecnología avanzada.
El programa espacial chino ha delineado un enfoque que incluye sistemas de detección y alerta temprana de asteroides, para salvaguardar la Tierra de posibles impactos catastróficos. Además, se planea utilizar tanto telescopios terrestres como espaciales para monitorear continuamente el asteroide y evaluar cualquier cambio en su curso.
Este esfuerzo se suma a la misión DART (Double Asteroid Redirection Test) de la NASA, que en 2022 logró desviar la trayectoria del sistema binario de asteroides Didymos. Aunque el cambio en la trayectoria fue modesto, logró reducir el tiempo orbital de 11 horas y 55 minutos a 11 horas y 23 minutos, demostrando la eficacia de la defensa planetaria a través de impactos cinéticos controlados.
La nueva misión de defensa planetaria de China reafirma su papel como un actor clave en la exploración espacial y la protección planetaria, un campo que históricamente ha sido dominado por potencias espaciales como los Estados Unidos. Aunque existe una competencia saludable en el espacio, también hay oportunidades para la cooperación internacional, especialmente en la mitigación de amenazas globales.
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