El Día Mundial del Corazón nos recuerda que la salud cardiovascular está en nuestras manos. Las enfermedades del corazón, como el infarto de miocardio y el accidente cerebrovascular, siguen siendo la principal causa de mortalidad a nivel mundial. En la Región de las Américas, estas afecciones cobran 1.6 millones de vidas al año, un tercio de ellas prematuras y afectando a personas entre los 30 y 69 años.
La buena noticia es que la mayoría de estas tragedias son prevenibles. Mantener un peso corporal controlado y ejercitarse regularmente son factores clave en la lucha contra estas enfermedades. Una alimentación balanceada y la evitación del tabaco también son pilares fundamentales en la promoción de la salud cardiovascular.
Para que estas prácticas sean accesibles para todos, es esencial contar con entornos que fomenten la actividad física y brinden acceso a alimentos frescos y naturales. La promoción de espacios libres de humo de tabaco también juega un rol crucial en esta lucha.
Desde el inicio de la vida, el cuidado del corazón es una responsabilidad compartida. Desde la lactancia hasta la edad adulta, una alimentación saludable rica en verduras, frutas y alimentos no procesados es el camino hacia un corazón fuerte y resistente. Limitar el consumo de sal y evitar grasas trans y azúcares también son medidas clave.
¡Haz tu promesa de corazón!
Puedes comprometerte como individuo a ser más activo, a rechazar el tabaco y a adoptar hábitos alimentarios más saludables. Los profesionales de la salud también pueden prometer su dedicación para salvar vidas, mientras que los líderes políticos pueden comprometerse a implementar planes de acción contra las enfermedades cardiovasculares.
Recuerda que, aunque las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en el mundo, la prevención está en nuestras manos. Juntos, podemos marcar la diferencia y proteger la salud de nuestros corazones.
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