Día de Muertos se aproxima y con ello, la llegada del delicioso pan de muerto, el suave sabor de las calaveritas de chocolate y azúcar, las icónicas tiras de papel picado, el aroma de las veladoras y la vibrante y radiante flor de cempasúchil. La decoración en esta importantísima festividad es vital y tal vez alguna vez te has cuestionado, ¿por qué se utiliza dicha flor amarilla? Bueno, aquí te lo contamos.
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Su raíz náhuatl “cempohualxóchitl”, que significa “veinte flores” o “varias flores”, es una alegoría a que la bella y tradicional flor representa una historia mexicana que data de muchísimos años atrás. Nuestros antepasados asimilaban el color amarillo de la flor con el sol, razón por la que la utilizaban en las ofrendas dedicadas en honor a sus muertos. Marcar un sendero con flor de cempasúchil, para guiar a los difuntos desde el camino principal hasta el altar en la casa.
¿Qué representa la flor de cempasúchil?
Como tal, la flor era considerada por los mexicas como un símbolo de vida y muerte. De hecho, el tallo de la flor puede llegar a medir hasta un metro de altura, mientras que sus botones pueden alcanzar los cinco centímetros de diámetro.
En México se estima que existen 35 especies de flor de cempasúchil, de las 58 que predominan en el continente americano. En nuestro país, los estados de Guanajuato, Hidalgo, Michoacán y Estado de México, son los que cuentan con las mejores condiciones de suelo y clima para la producción de cempasúchil. Dicha flor únicamente florece después de la época de lluvias.
Hoy en día, la flor de cempasúchil también es utilizada para darle color a textiles, elaborar insecticidas y hasta como medicamento. Nuestros antepasados la usaban para aminorar los malestares del vómito, la indigestión y diarrea.
¿Cuál es la leyenda de la flor de cempasúchil?
Dice la leyenda que Xóchitl y Huitzilin estaban enamorados desde que eran niños y que por las tardes subían a la montaña dedicada a Tonatiuh, el dios azteca del sol, y le ofrendaban ramos de flores. Pero un día se desató la guerra y Huitzilin fue a pelear para defender las tierras aztecas y murió.
Destrozada por el dolor, Xóchitl pidió al dios Tonatiuh que la librara de su sufrimiento y la reuniera con su amado. El dios del sol cumplió con el pedido y dejó caer sus rayos sobre Xóchitl, y ella se transformó en una flor de color amarillo intenso.
Luego, un colibrí se posó en el centro de la flor y ésta abrió sus 20 pétalos liberando un aroma intenso. Siguiendo el mandato de Tonatiuh, el amor de la pareja azteca permanecerá mientras haya colibríes y flores de cempasúchil en los campos mexicanos.
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