Con Donald Trump nuevamente en la contienda por la Casa Blanca, el mundo se enfrenta a una posible remodelación de la política exterior de Estados Unidos. Las promesas de su campaña, que se centran en un enfoque de “América Primero”, proponen un giro hacia el proteccionismo comercial, el no intervencionismo y un cuestionamiento de las alianzas estratégicas globales.
En este contexto, surgen interrogantes cruciales sobre cómo su regreso afectará la geopolítica mundial, las relaciones internacionales y temas sensibles como el cambio climático, la inmigración, la seguridad global y la política en Medio Oriente. A continuación, analizamos seis preguntas claves que podrían determinar el futuro de Trump en la Casa Blanca y sus efectos sobre el mundo.
¿Seguirá Trump apoyando a Ucrania en su guerra contra Rusia?
Desde el inicio de la invasión rusa a Ucrania en 2022, Trump ha sido un crítico constante de la ayuda militar de Estados Unidos a Kiev. En varias ocasiones, ha afirmado que su estrategia como presidente sería poner fin a la guerra en “24 horas”, aunque no ha especificado cómo lograrlo. Durante su mandato (2017-2021), Trump elogió al presidente ruso Vladimir Putin y mostró una actitud favorable hacia la política rusa, lo que generó temor sobre su postura respecto al conflicto ucraniano.
Si bien un informe de sus antiguos asesores de seguridad nacional sugirió que EE. UU. debería seguir proporcionando armas a Ucrania, pero condicionando su apoyo a la disposición de Kiev a entablar negociaciones con Rusia, el discurso de Trump durante su campaña parece reflejar una política más cautelosa. De acuerdo con declaraciones recientes de sus aliados, como el primer ministro húngaro Viktor Orbán, Trump podría optar por recortar la ayuda a Ucrania a menos que Europa aumente su contribución. Este enfoque, que ha ganado apoyo entre los votantes republicanos, podría poner a prueba la unidad occidental frente a la agresión rusa.
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La posición de Trump sobre Ucrania también podría influir en la percepción de Putin, quien podría sentirse más libre para expandir su influencia si Estados Unidos reduce su apoyo a Ucrania. En general, la incertidumbre sobre el futuro de la política exterior de EE. UU. respecto a Ucrania continúa siendo uno de los temas más debatidos.
¿Retirará Trump a Estados Unidos de la OTAN?
La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) ha sido un pilar de la política exterior estadounidense desde la Segunda Guerra Mundial, pero Trump ha mostrado una relación tensa con la alianza. Durante su presidencia, amenazó repetidamente con retirar a EE. UU. de la OTAN si los países miembros no cumplían con el compromiso de gastar al menos el 2% de su PIB en defensa. En sus recientes declaraciones, Trump reiteró su intención de “reevaluar” el propósito y la misión de la OTAN.
Algunos expertos sugieren que, aunque no retire a Estados Unidos de la OTAN, Trump podría socavar la alianza al reducir el número de tropas estadounidenses desplegadas en Europa o al poner condiciones estrictas sobre cómo respondería Estados Unidos si un miembro fuera atacado. Esta postura podría debilitar la disuasión frente a amenazas externas, especialmente las provenientes de Rusia. No obstante, algunos aliados de Trump sostienen que sus amenazas contra la OTAN son parte de una táctica negociadora más que una política concreta.
El impacto de una posible retirada de Estados Unidos de la OTAN sería enorme, no solo para la seguridad de Europa, sino también para el equilibrio de poder en el mundo, especialmente en un momento de creciente rivalidad con Rusia y China.
¿Habrá deportaciones masivas bajo la presidencia de Trump?
Uno de los temas más polémicos de la presidencia de Trump fue su enfoque agresivo hacia la inmigración. Durante su campaña de 2024, ha prometido emprender la “mayor operación de deportación interna en la historia de Estados Unidos” y adoptar políticas aún más severas que las que implementó en su primer mandato. Entre sus propuestas más controvertidas, destaca la intención de terminar con la ciudadanía por derecho de nacimiento para los hijos de inmigrantes indocumentados y fortalecer las restricciones migratorias.
Además, Trump ha prometido un endurecimiento de las políticas fronterizas, ampliando las prohibiciones de viaje a países de mayoría musulmana y tomando medidas drásticas contra los cárteles de la droga mexicanos. Estos planes podrían enfrentar desafíos legales, como ocurrió en su mandato anterior, cuando las cortes intervinieron para bloquear algunas de sus medidas migratorias.
La preocupación en torno a las deportaciones masivas es que, aunque Trump promete desmantelar el sistema de inmigración irregular, se toparía con la realidad de que el gobierno federal no tiene los recursos ni la infraestructura para cumplir con sus promesas a gran escala. Sin embargo, su enfoque de “tolerancia cero” podría resultar en un mayor enfoque en la criminalización de la inmigración, lo que intensificaría las tensiones sociales y políticas dentro del país.
¿Cómo manejará Trump la relación con Israel y el conflicto en Medio Oriente?
Durante su mandato, Trump adoptó un enfoque abiertamente proisraelí, respaldando al gobierno de Benjamin Netanyahu y tomando decisiones que fueron vistas como una clara toma de partido, como el reconocimiento de Jerusalén como capital de Israel y el traslado de la embajada estadounidense allí. Además, promovió los “Acuerdos de Abraham”, que normalizaron las relaciones entre Israel y varios países árabes, sin que se resolviera el conflicto con los palestinos.
En su segundo mandato, Trump podría seguir adoptando una postura similar, pero también ha dado señales de que podría distanciarse de Netanyahu, especialmente después de que el primer ministro israelí felicitó a Joe Biden tras su victoria en 2020, mientras Trump seguía impugnando los resultados. En medio de los recientes enfrentamientos entre Israel y Hamás en Gaza, Trump ha declarado que, de haber estado en el poder, Hamás no habría atacado a Israel, lo que indica que podría continuar con su política de “máxima presión” sobre los actores hostiles en la región, como Irán.
La política de Trump hacia Medio Oriente, especialmente en relación con Irán y el conflicto israelí-palestino, sigue siendo incierta, pero su historial de apoyar a Israel y su rechazo a la política tradicional de resolución de dos estados sugieren que podría seguir un camino más unilateral.
¿Aumentará Trump la presión sobre China?
La relación con China fue uno de los temas clave durante la presidencia de Trump. En su primer mandato, Trump desató una guerra comercial con China, imponiendo aranceles y tomando medidas drásticas para contrarrestar lo que consideraba prácticas comerciales desleales. En su campaña de 2024, Trump ha hablado de imponer aún más restricciones y aumentar los aranceles a las importaciones chinas, además de limitar las inversiones chinas en sectores clave como telecomunicaciones y energía.
Trump también ha insinuado que, si vuelve a la Casa Blanca, podría adoptar una postura más agresiva sobre Taiwán, un punto caliente en la relación entre ambos países. Aunque ha evitado comprometerse completamente, su enfoque sobre China podría volverse más confrontacional, especialmente en un contexto de creciente rivalidad geopolítica y comercial.
¿Cómo afectará Trump al medio ambiente y al cambio climático?
El enfoque de Trump hacia el medio ambiente ha sido una de las áreas más controvertidas de su presidencia. En 2017, Trump retiró a Estados Unidos del Acuerdo de París sobre el cambio climático, una decisión que fue revertida por la administración de Biden. Trump ha prometido nuevamente salir del acuerdo, y en su campaña ha abogado por “perforar, perforar, perforar” en busca de petróleo, además de reducir las regulaciones ambientales y promover la producción de combustibles fósiles.
Expertos en cambio climático han advertido que un regreso de Trump a la Casa Blanca podría representar una catástrofe para los esfuerzos globales para frenar el calentamiento global. Con su énfasis en la desregulación y la promoción de la energía tradicional, la política ambiental de Trump podría retroceder significativamente en la lucha contra el cambio climático.
El regreso de Donald Trump a la Casa Blanca podría marcar un cambio drástico en la política internacional de Estados Unidos. Sus enfoques sobre Ucrania, la OTAN, la inmigración, el conflicto en Medio Oriente, las relaciones con China y el medio ambiente han generado un amplio espectro de incertidumbre.
Mientras que sus seguidores ven en su propuesta un retorno a los valores nacionales y un refuerzo de la posición de EE. UU. en el mundo, sus opositores temen que sus políticas puedan desestabilizar aún más el orden mundial y poner en peligro la seguridad global y el medio ambiente. La comunidad internacional estará muy atenta a cómo se desarrollan estos temas en el caso de que Trump logre regresar a la presidencia en 2024.
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