Durante su visita a México en 2016, el Papa Francisco no solo dejó huella con su mensaje de fe y esperanza, sino que también se llevó consigo un grato recuerdo de la gastronomía mexicana. El pontífice argentino quedó particularmente encantado con varios platillos que probó durante su estancia, algunos de ellos preparados por el chef Joe Ibarra, miembro del equipo encargado de su alimentación en la sede diplomática del Vaticano.
Ibarra, un experto en cocina tradicional mexicana con formación en alta cocina, diseñó un menú especial para el Papa que fusionaba sabores de México, Italia y Argentina, respetando a la vez las restricciones alimenticias del pontífice. “Hubo restricciones debido a su edad: nada picante, sin irritantes ni alimentos excesivamente grasosos. Todas las frutas debían servirse sin semillas para prevenir molestias digestivas”, explicó el chef en entrevista.
Así fue la experiencia culinaria de Francisco en México
Durante los desayunos, Francisco disfrutaba de embutidos, quesos, pan dulce, tostadas, fruta, mermelada, té verde y jugo de naranja o mandarina. Evitaba el café por considerarlo demasiado irritante. En el almuerzo y la cena se servía arroz blanco al vapor y pasta corta con pesto, acompañados de ingredientes mexicanos como pipián, huitlacoche y maíz, creando una experiencia culinaria sencilla, pero rica en sabores.
Uno de los momentos más memorables ocurrió durante el postre, cuando Ibarra sirvió alfajores argentinos. “Se volvió loco, los amó por completo”, relató el chef. Como detalle especial, el Papa incluso se llevó consigo dos o tres barras de pan integral artesanal mexicano, que fueron horneadas especialmente para él.
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El Santo Padre expresó su agradecimiento por cada platillo, destacando la calidez humana del personal que lo atendió y la excelencia de la comida servida. “Estaba muy satisfecho; es una persona cálida, humilde, con una cercanía auténtica hacia la gente”, recordó Ibarra.
A lo largo de su visita, Francisco solo bebió agua, traída especialmente desde el Vaticano por tener un contenido muy bajo en sodio, no por cuestiones de seguridad, sino por cuestiones de salud. La experiencia dejó una impresión tan profunda en el pontífice que, más allá de los encuentros oficiales, México también se ganó un lugar en su corazón… a través del paladar.
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