Krystena Murray, una fotógrafa de bodas de Savannah, Georgia , vivió una experiencia desconcertante al dar a luz a un bebé que no era suyo debido a un error de la clínica Coastal Fertility Specialists, especializada en tratamientos de fertilización in vitro (IVF). En 2023, Murray eligió un donante de esperma con características físicas similares a las suyas, incluyendo piel clara, cabello rubio y ojos azules.
Sin embargo, cuando nació su hijo en diciembre de 2023, se dio cuenta de inmediato de que algo no coincidía. El bebé era de piel oscura, lo que despertó sus sospechas sobre el tratamiento.
Krystena Murray is suing after “unknowingly carrying a child through pregnancy who was not biologically related to her. When she gave birth Murray immediately “knew something was very wrong because the boy that she delivered was a "African American baby.”https://t.co/7e4zPnc8Tj pic.twitter.com/wLpfREdPm7
— Lipstick Alley (@lipstickalley) February 19, 2025
¿Cómo ocurrió el error en Georgia?
En una conferencia de prensa, Murray explicó que, aunque el impacto inicial fue fuerte, su instinto materno la llevó a cuidar y amar al niño desde el primer momento. Sin embargo, la ansiedad la acompañó durante semanas, pues se negaba a compartir fotos del bebé ni permitía que amigos y familiares lo vieran. Fue en enero de 2024 cuando, tras realizar una prueba de ADN casera, los resultados confirmaron lo que temía: el bebé no tenía ninguna relación biológica con ella.
Mujer entrega a bebé a padres biológicos
El 5 de febrero de 2024, Murray contactó a la clínica para informar sobre el error. La clínica, a través de la demanda presentada en un tribunal estatal de Georgia, identificó a los padres biológicos del bebé, quienes posteriormente interpusieron una demanda por la custodia. En una declaración, Murray expresó su dolor por la situación: “Cargar un bebé, enamorarse de él, traerlo al mundo y construir un lazo especial solo para que te lo quiten… nunca me recuperaré de esto”.
La batalla legal por la custodia comenzó poco después, cuando el niño tenía solo tres meses. A pesar de las bajas probabilidades de retener la custodia, Murray decidió en mayo de 2024 entregar al niño a los padres biológicos a sus cinco meses. La despedida fue devastadora para Murray, quien narró la experiencia diciendo: “Entré con un hijo que me amaba y salí con un cochecito vacío”.
Ahora, Murray demanda una compensación de 75,000 dólares por el error de la clínica y la angustia causada. Además, su abogado acusa a Coastal Fertility Specialists de negligencia. En su defensa, la clínica admitió el error y ofreció disculpas, pero el caso ha puesto sobre la mesa la necesidad urgente de una mayor regulación en los tratamientos de fertilización in vitro en Estados Unidos, especialmente en lo que respecta al seguimiento y control de estos procedimientos.
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