Luis Alfredo Garavito, alias “La Bestia”, falleció este 12 de octubre en la Clínica Nueva Santo Tomás, Colombia, según informó el Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario. El hombre tenía 66 años de edad y era conocido por haber asesinado a casi 200 niños en Colombia.
Quizás te interese: ¡Martin Scorsese en México! Presenta ‘Los asesinos de la Luna’
“La Bestia” estaba cumpliendo una pena de 40 años de prisión, en la cárcel de máxima seguridad en Valledupar, en el norte de Colombia. Desde su captura en 1999, ha sido considerado el peor asesino en serie del mundo. Su historial de terror abarca al menos 11 de los 32 departamentos del país colombiano, asesinando a 186 niños (incluyendo dos en Ecuador) y violando a 200, según las confesiones que él mismo realizó en 1999.
Ha fallecido Luís Alfredo Garavito, apodado "LA BESTIA", el ASESINO EN SERIE más prolífico del mundo juzgado y sentenciado por el asesinato de 192 niños. Es difícil calcular con exactitud la cifra REAL de víctimas pero las autoridades creen que podría superar las 250.
— Araknne (@Araknne1) October 12, 2023
Sus… pic.twitter.com/jMkYFZUIh0
¿Quién era Luis Alfredo Garavito ‘La Bestia’?
Nació en 1957 como el primogénito de una familia que crecería con otros seis hijos en Génova, departamento del Quindío, en plena zona cafetera de Colombia. Su infancia, según lo que registró el escritor Harold Schechter en su libro The Serial Killer Files (Los archivos de asesinos en serie), estuvo marcada por el maltrato.
Schechter explica que Garavito fue “sometido a golpizas brutales y constantes por su padre alcohólico” y “violado por dos vecinos adultos”. De ahí que haya crecido como una persona alcohólica y depresiva con tendencias suicidas.
¿Cómo engañaba ‘La Bestia’ a sus víctimas?
Desde la década de 1990, Garavito empezó a cometer sus crímenes. Atraía a sus víctimas haciéndose pasar por un vendedor ambulante, monje, indigente, persona discapacitada o incluso representante de fundaciones falsas para ancianos y niños, con el objetivo de tener acceso a las escuelas, según lo informó en 1999 el entonces fiscal general del país, Alfonso Gómez Méndez.
“La Bestia” primero se ganaba la confianza de los niños, entre los 8 y 16 años, con su empatía, plática y a menudo comprándoles alcohol o dándoles algo de dinero. Después invitaba a los menores a dar un paseo por zonas rurales: “Cuando los niños empezaban a cansarse, Garavito se lanzaba al ataque. Los amarraba con nylon, los violaba, mutilaba y después les cortaba la garganta o los decapitaba”, escribió Schechter en su libro.
En 1999, el entonces fiscal Gómez Méndez ratificó esta versión cuando habló del escabroso caso. “Los cuerpos fueron decapitados y mostraban señales de haber sido atados y mutilados”, sostuvo. Luego, agregó que Garavito primero bebía mucho y luego ataba a los niños.
Los restos de sus víctimas se descubrieron en más de 60 lugares de Colombia. Y Garavito tenía un perfil claro: la mayoría eran hijos de vendedores ambulantes a los que sus padres descuidaron en algún momento en parques, semáforos o que pedían dinero en las calles. En pocas palabras, niños de bajos recursos, algunos de los cuales incluso vivían en la calle, según Schechter.
¿Cómo atraparon a Luis Garavito ‘La Bestia’?
En noviembre de 1997 se descubrieron los restos de al menos dos docenas de niños en un barranco y en un lote cerca de Pereira, ciudad de la región central de cultivo de café. Ese hecho llevó a que las entidades investigadoras crearan un grupo de trabajo a nivel nacional que encontró similitudes entre los casos de todo el país.
Las autoridades dieron con su nombre y emitieron una orden de captura por el homicidio de un niño en la ciudad de Tunja, en el centro del país. Pero para ese momento, Garavito se movía frecuentemente de lugar y ya tenía un nuevo nombre: Bonifacio Morera Lizcano.
Sin embargo, fue en la ciudad de Villavicencio, también en el centro del país, que la Policía lo capturó en 1999 cuando intentó abusar de un menor. La Fiscalía ya venía intercambiando información con sus diferentes departamentos para actualizar los registros y estar alerta de cualquier hecho similar al del hallazgo de Pereira. Fue por esta razón que cuando compararon el registro fotográfico de Garavito y Morera, se dieron cuenta que era la misma persona.
Quizás te interese: Historia de una sobreviviente del cáncer de mama