Una de las explosiones solares más poderosas de los últimos años está en camino hacia la Tierra, trayendo consigo posibles perturbaciones en las comunicaciones y un impresionante espectáculo de auroras boreales.
La actividad solar ha aumentado considerablemente, y se espera que esta llamarada provoque auroras boreales impresionantes, incluso en regiones donde normalmente no son visibles. Este fenómeno nocturno podría ser observado en latitudes medias, sorprendiendo a muchos en áreas no habituales para este tipo de espectáculos celestes.
La explosión solar más fuerte desde 2017
El Sol está en pleno apogeo de su ciclo de actividad. Tras una llamarada intensa detectada por la NASA el pasado martes, el jueves 3 de octubre se registró una aún más poderosa. La mancha solar identificada como AR3842 explotó, generando la llamarada solar más intensa en los últimos siete años, en el marco del Ciclo Solar 25, que comenzó en 2019 y se espera que alcance su punto máximo en 2025.
Según informa Europa Press, el Observatorio de Dinámica Solar de la NASA capturó esta explosión de categoría X 9.1, que superó la anterior llamarada de X 8.7 registrada en mayo de este año. Esta actividad creciente del Sol se debe a que nos estamos acercando al pico del ciclo solar, un período de 11 años de fluctuaciones en la actividad magnética del astro.
Impacto en la Tierra: cortes de comunicación
La potente radiación de la llamarada ya ha comenzado a afectar a la Tierra. Según el portal Spaceweather.com, la radiación ionizó la capa superior de nuestra atmósfera, provocando un apagón de ondas de radio de corta frecuencia en ciertas regiones, principalmente sobre África y el Atlántico Sur. Los radioaficionados de estas áreas habrían notado la interrupción de las señales en frecuencias inferiores a los 30 MHz durante aproximadamente media hora, justo después de las 12:18 UTC.
¿Qué es una eyección de masa coronal y cómo nos afectará?
Además de la llamarada solar, la explosión liberó una eyección de masa coronal (CME), un fenómeno en el que el Sol expulsa una gran cantidad de plasma y partículas cargadas. Según imágenes preliminares obtenidas por el coronógrafo SOHO, se ha identificado un CME de halo, lo que significa que las partículas viajan en todas direcciones, incluyendo hacia la Tierra.
Este evento se espera que impacte nuestro planeta el 6 de octubre, y se sumará a los efectos de una CME anterior registrada el 1 de octubre, que llegará el 4 de octubre. Estos choques consecutivos de material solar podrían intensificar las auroras boreales y generar efectos visibles en zonas más alejadas de los polos, además de posibles alteraciones en las redes eléctricas y de comunicación.
Expectativas para el 2025: el punto máximo del ciclo solar
El ciclo solar actual, el Ciclo Solar 25, ha estado mostrando un aumento progresivo en la actividad desde su inicio en 2019. A medida que nos acercamos al punto álgido en 2025, se espera que estos eventos solares intensos se vuelvan más frecuentes. Sin embargo, mientras algunos ven estos fenómenos como una amenaza para las comunicaciones globales, otros se preparan para disfrutar de los impresionantes espectáculos celestes que acompañan a estas tormentas solares.
Con la llegada de estas eyecciones de masa coronal y las auroras esperadas en las próximas noches, la actividad solar nos recuerda su poderosa influencia sobre la Tierra.
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