México ha desarrollado una serie de prácticas que, a fuerza de ser tan comunes, se han convertido en parte de la vida diaria de los ciudadanos, quienes, sin cuestionarlo, las aceptan como algo normal. Sin embargo, muchas de estas prácticas no son más que estafas normalizadas que nos afectan de manera constante.
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¿Qué es una estafa que está tan normalizada que ni siquiera nos damos cuenta de que lo es?
1. El Pago por estacionamiento: Un fraude disfrazado de conveniencia
Una de las estafas más mencionadas es el cobro por estacionamiento en espacios públicos o privados. Aunque muchos recurren a centros comerciales o calles para hacer compras o trámites, el hecho de tener que pagar por un lugar para dejar el automóvil, incluso cuando se trata de un espacio público, es un gasto adicional que no debería existir. A menudo, esta práctica pasa desapercibida, pero representa una gran cantidad de ingresos para quienes gestionan estos lugares.
2. El redondeo: Un robo hormiga en el supermercado
Otro fraude común, aunque más sutil, es el redondeo en las tiendas. Muchos consumidores aceptan la propuesta de redondear el precio de un producto, como un costo de $10.80 a $11, sin pensarlo dos veces. Sin embargo, este “pequeño favor” se multiplica por miles de transacciones diarias, convirtiéndose en millones de pesos que terminan en los bolsillos de las grandes empresas, sin que los consumidores reciban nada a cambio.
3. Las propinas: ¿Un acto voluntario o una exigencia encubierta?
La propina es otro tema controvertido que se menciona frecuentemente. Mientras algunos argumentan que debe ser una recompensa por un buen servicio, otros consideran que el establecimiento debería cubrir los salarios adecuados para sus empleados. Sin embargo, en muchos lugares, el mínimo del 10% sobre el total de la cuenta se ha convertido en una “norma” no escrita, y en algunos casos, se exige hasta un 20%. Este tipo de cobros, aunque parecen voluntarios, en realidad constituyen una presión para los clientes.
4. Otros fraudes normalizados: Desde el cobro por manejo de cuenta bancaria hasta la visita al ‘viene viene’
Entre otras estafas que se han hecho comunes, se encuentran los cargos por el manejo de cuentas bancarias, las contribuciones al “viene viene” por estacionarse en la vía pública, los elevados costos de los servicios de telefonía móvil, los cobros extras en conciertos y festivales, los pagos por servicios administrativos en el gobierno y la incertidumbre al pagar por la aprobación de visas o trámites oficiales.
5. Streaming: Pagamos más para no ver comerciales
Una de las estafas más recientes que ha ganado popularidad es el cobro por eliminar anuncios en plataformas de streaming. Aunque originalmente estos servicios surgieron como una alternativa sin comerciales a la televisión convencional, hoy en día las plataformas han integrado anuncios en sus contenidos, obligando a los usuarios a pagar una tarifa adicional para eliminarlos. Esta práctica se ha vuelto cada vez más común, especialmente después de la pandemia, cuando el consumo de contenido en línea aumentó, pero las tarifas también subieron.
¿Estos cobros son realmente estafas?
Estas estafas, aunque a menudo pasen desapercibidas, son una forma en que las empresas se benefician a expensas de los consumidores. Aceptarlas como parte de la rutina diaria sin cuestionarlas solo perpetúa una cultura de fraude disimulada que todos pagamos sin darnos cuenta.
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