En los hospitales con autorización de la Secretaría de Salud para obtener o trasplantar órganos o tejidos cuando una persona pierde la vida por muerte encefálica o paro cardiaco irreversible, existe un delicado proceso encabezado por médicos especialistas Coordinadores Hospitalarios de Donación. Su labor se centra en evaluar a los potenciales donantes, guiar a las familias y llevar a cabo los trámites ministeriales necesarios en caso de ser requeridos. Este procedimiento busca asegurar que cada donación se realice con el máximo respeto y cuidado.
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Una vez que la familia autoriza la donación, se contacta a los médicos especialistas encargados de la extracción de los órganos o tejidos. Estos profesionales, a su vez, proceden con los trasplantes en los pacientes más adecuados, previamente registrados en el Registro Nacional de Trasplantes, asegurando la mejor compatibilidad y optimizando las posibilidades de éxito.
¿Cómo puedes ser un donador?
En México, la Ley General de Salud contempla que todos los ciudadanos son donadores de órganos o tejidos por consentimiento tácito. Esto significa que, en ausencia de una manifestación expresa en contrario, se considera que una persona está dispuesta a donar sus órganos al momento de su fallecimiento. Sin embargo, es fundamental que tus seres queridos conozcan tu voluntad para que, en ese difícil momento, tomen la decisión de autorizar la donación sin sentirse abrumados por la situación.
Para formalizar tu voluntad como donador, puedes firmar tu tarjeta de donador voluntario o el consentimiento expreso proporcionado por el Centro Nacional de Trasplantes. A pesar de contar con estos documentos, es importante tener en cuenta que la última palabra siempre recae en tu familia, quienes serán los encargados de autorizar la donación. Por esta razón, mantenerlos informados acerca de tu decisión es de vital importancia.
La donación de órganos y tejidos es un acto de generosidad que tiene el poder de transformar vidas y brindar una segunda oportunidad a quienes más lo necesitan. Al conocer y entender el proceso, así como al compartir tus deseos con tus seres queridos, contribuyes a crear un entorno propicio para que este gesto altruista pueda llevarse a cabo de manera efectiva y con el máximo respeto hacia el donante y su familia.
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