El pasado 7 de noviembre, el Rey Carlos III realizó su primer discurso como líder del Reino Unido, ante el parlamento británico. Sin embargo, el discurso, redactado por el gobierno y leído por el monarca, detalla sorpresivamente una serie de puntos importantes que deberán acatar las plataformas de streaming dentro de su territorio, ¿quieres saber de qué se trata? Sigue leyendo.
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La ley de medios, como así lo estableció el Rey Carlos III, impondrá a plataformas como Netflix o Prime Video, seguir un código de conducta dictado por la Oficina de Comunicaciones del Reino Unido, cuyas reglas apuntan a que toda clase de materiales “hirientes” a los intereses del país, podrán enfrentar multas de hasta $250 mil libras esterlinas (casi $350 mil dólares), además de especificar clasificaciones e implementar controles parentales en contenidos sensibles.
👑 El rey Carlos III pronuncia por primera vez el discurso del Rey en la inauguración del Parlamento.
— miabagon (@miabagon) November 7, 2023
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Los cambios del Rey Carlos III a las plataformas de streaming
La ley que el Rey Carlos compartió durante su discurso, se presentó como un proyecto dirigido a los gigantes del streaming, con la intención de proteger a los niños al aplicarse estándares similares a los que tiene la televisión: “La ley asegurará que los estándares de contenido en servicios on-demand respondan al plan trazado y supervisado por Ofcom”, señaló en primera instancia.
Cabe resaltar que ante las medidas impuestas por el Reino Unido, las plataformas de streaming se han pronunciado en contra de la regulación, asegurando que las estrictas pautas que establece afectarían al contenido disponible para sus consumidores.
Las plataformas de streaming responden al Rey Carlos III
Por su parte, Netflix destacó que si bien está de acuerdo con gran parte de la ley propuesta (en específico con los puntos del control parental y clasificación visible en cada título), tendría que eliminar una gran cantidad de películas y series de televisión de su servicio en Reino Unido, para evitar ir en contra de la regulación.
Uno de los puntos que estipula la propuesta, dicta que del total del contenido en streaming, al menos el 30% tiene que ser de origen europeo (cuota que Netflix cumple, pero que por ejemplo Prime Video y Disney+, no), además de impuestos y ajustes a los ingresos de las plataformas para que las ganancias se reinviertan en producciones locales.
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