Sismos en Chihuahua: Te contamos cuáles son los más memorables

Aunque Chihuahua no se encuentra en una zona sísmica, el estado ha experimentado algunos movimientos telúricos que han dejado daños materiales en su historia.

Históricamente, septiembre ha sido marcado como el mes de los terremotos en México, y aunque estos eventos suelen ocurrir principalmente en el sur y centro del país, los estados del norte, incluido Chihuahua, no están exentos de este fenómeno.

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A pesar de que el estado no se considera una zona sísmica, esto no significa que esté exento de riesgos. En los últimos meses, se han registrado algunos sismos, como el ocurrido en el poblado de San Juanito, en el municipio de Bocoyna.

Estos sismos, incluido el de San Juanito, se deben a una falla geológica de distensión perpendicular al Rift Río Grande, que tiende a provocar terremotos de baja magnitud. Además, Chihuahua se encuentra en la Placa Norteamericana, que aunque tiene pocos movimientos, aún puede generar pequeños sismos.

El sismo en Cuauhtémoc, que alcanzó una magnitud de 4.6 en la escala Richter, sorprendió a los geólogos, ya que lo común es que los sismos en la región alcancen como máximo los 4 grados en dicha escala.

El sismo registrado en Santa Gertrudis durante septiembre de 2013 se mantuvo como el más grande en la historia del estado, alcanzando una magnitud de 5.4 grados en la escala Richter. Aunque no se reportaron víctimas humanas, hubo daños materiales, especialmente en las zonas cercanas al epicentro, como Naica y Santa Gertrudis.

En tercer lugar se encuentra el sismo registrado en Guerrero durante 2016, con una magnitud de 4.4 grados. Afortunadamente, no se registraron repercusiones significativas.

La región de Hidalgo del Parral ha experimentado una serie de sismos en menos de una semana, sumando un total de 28 temblores registrados por el Servicio Sismológico Nacional. Estos movimientos, de baja intensidad, han generado preocupación en la población y han sido objeto de investigación por parte de expertos en sismología y protección civil.

Uno de los terremotos más significativos en la historia de Parral ocurrió en 1928, con una magnitud estimada entre 6.3 y 6.4 en la escala Richter. Este evento, sentido en un área extensa, causó daños severos en la ciudad y sus alrededores.

A pesar de no encontrarse en una zona sísmica, Chihuahua sigue siendo vulnerable a estos eventos naturales, destacando la importancia de la preparación y la vigilancia constante por parte de las autoridades y la población en general.

La escala de Richter, nombrada en honor al sismólogo Charles Francis Richter, cuantifica la energía liberada por un terremoto. Creada en 1935, esta escala asigna un número que representa la magnitud del evento sísmico.

La escala varía de menos de 3.9 (generalmente imperceptible) a 10 o más (terremotos no registrados hasta el momento). Los terremotos de mayor magnitud pueden tener consecuencias devastadoras en una amplia área.