Una tragedia ha conmocionado a la comunidad de Anapra, en Ciudad Juárez, donde una niña de 11 años, Camila Adilene, perdió la vista en un ojo debido a un accidente ocurrido durante las celebraciones de Año Nuevo. La menor fue víctima del impacto de un fuego artificial que estalló de manera inesperada, dejándola con una grave lesión ocular.
Los primeros informes indicaban que la niña podría haber sufrido un golpe por una esquirla, pero los detalles de la lesión quedaron claros después de la cirugía. Su madre, Maura Nevárez, informó a través de redes sociales que los médicos descubrieron que el daño fue causado por los residuos de pólvora de un cohete, lo que dejó a la menor con la pérdida de visibilidad en su ojo afectado.
Vecinos se movilizan para apoyar económicamente a la familia
Al enterarse de la situación, los habitantes de la colonia Anapra rápidamente ofrecieron su ayuda a la familia de Camila, solicitando apoyo para cubrir los costos de la cirugía y la hospitalización de la niña. La comunidad respondió con solidaridad, y gracias a las donaciones, se logró asegurar que la menor recibiera la atención médica necesaria.
La madre de Camila agradeció profundamente la ayuda de los vecinos, quienes fueron clave para poder enfrentar los gastos derivados de la operación. “Agradezco a todos los que nos apoyaron en estos momentos tan difíciles. Sin ustedes no hubiera sido posible,” expresó Maura Nevárez en un mensaje en redes sociales.
La falta de especialistas en los hospitales locales genera incertidumbre
El proceso de atención médica de Camila también estuvo marcado por dificultades relacionadas con la falta de especialistas en los hospitales de la ciudad. A pesar de que la niña fue inicialmente llevada al Hospital Infantil, los médicos allí recomendaron su traslado a otro centro con más recursos. “En el Hospital FEMAP no me la atendieron, la llevé al Infantil, pero al ver la gravedad de la lesión, los pediatras me sugirieron buscar un lugar con un oftalmólogo especializado”, explicó la madre.
Finalmente, el único hospital dispuesto a atender la emergencia fue Poliplaza, lo que brindó un rayo de esperanza a la familia, aunque la situación era crítica. “Hicieron muchas llamadas. Poliplaza fue el único que nos dio una respuesta positiva”, relató Maura.
El futuro de Camila: seguimiento médico y desafíos por venir
A pesar de la intervención quirúrgica que permitió reconstruir el ojo dañado, los médicos confirmaron que la niña no recuperará la visión en el ojo afectado. Hoy, Camila tiene una cita de seguimiento con el especialista que realizó la cirugía, quien evaluará su proceso de recuperación y le ofrecerá orientación sobre los cuidados a seguir.
El incidente ha generado un llamado a la reflexión sobre la seguridad durante las festividades y el uso de fuegos artificiales, especialmente en áreas residenciales, donde el riesgo de accidentes como este se incrementa. Mientras tanto, la familia de Camila sigue enfrentando los desafíos emocionales y económicos derivados de este trágico suceso.
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