Hace casi dos años, en un incidente que conmovió a la región, 13 migrantes desaparecieron en Coyame del Sotol, Chihuahua, mientras intentaban cruzar la frontera hacia Estados Unidos en busca de mejores oportunidades. Entre las víctimas se encontraba Benigno Alberto Álvarez Castro, cuya esposa, Rocío Martínez, ha mantenido viva la esperanza de encontrarlo con vida desde entonces.
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El suceso ocurrió el 25 de septiembre de 2021, dejando a 13 familias en la incertidumbre acerca del paradero de sus seres queridos. Uno de los migrantes fue localizado a salvo, pero los otros 12 hombres no tuvieron la misma suerte. Recientemente, la fiscalía local informó sobre el descubrimiento de restos óseos que podrían estar relacionados con los migrantes desaparecidos.
Restos de los 13 migrantes desaparecidos
Bajo la dirección de Hinojos Paredes, titular de la Comisión Local de Búsqueda, se llevó a cabo una ampliación de los cuadrantes delimitados en la búsqueda. Esta operación permitió el hallazgo de diversos restos óseos y evidencia de interés criminalístico en una zona de difícil acceso conocida como El Mimbre. Junto a los restos, se encontraron prendas de vestir y otros objetos que podrían arrojar luz sobre el destino de los migrantes.
Sin embargo, la identificación oficial de las víctimas está pendiente, ya que se requieren pruebas de ADN para confirmar sus identidades de manera legal. César Jáuregui, Fiscal General del Estado, afirmó que, aunque los indicios señalan a las personas desaparecidas, solo se podrá determinar fehacientemente una vez se obtengan las pruebas periciales necesarias.
Sospechoso en la desaparición de migrantes
El fiscal también reveló que un individuo identificado como Julián N., alias “El Roque”, fue detenido el 28 de febrero de este año por privación ilegal de la libertad. Jáuregui explicó que habían mantenido detenido a “El Roque” mientras reunían los elementos necesarios para procesarlo por su posible relación con el caso de los migrantes desaparecidos.
De acuerdo con las investigaciones, este crimen podría haber sido resultado de una disputa entre grupos criminales que buscaban controlar el tráfico de personas en la zona. César Jáuregui destacó que las víctimas habrían caído víctimas de la acción delictiva de estos grupos organizados.
Rocío Martínez, esposa de Benigno Alberto Álvarez Castro, expresó su deseo de seguir buscando a su esposo incansablemente. Lamentó las circunstancias que dificultan la búsqueda y el dolor que comparten con las otras familias afectadas por esta tragedia.
El caso sigue en desarrollo mientras las autoridades trabajan para confirmar la identidad de los restos hallados y esclarecer las circunstancias exactas de esta desaparición.
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