El Día de los Muertos, una festividad arraigada en la cultura mexicana desde tiempos prehispánicos, ha sido reconocida como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad desde el año 2008. Esta celebración única, que conmemora el paso de la vida a la muerte, se caracteriza por su profundo simbolismo y rituales llenos de colores vivos que emanan alegría.
Desde el 28 de octubre, familias en México comienzan a preparar altares adornados con pertenencias personales, flores, pan de muerto, veladoras y la comida favorita del difunto. El clímax de la celebración se alcanza el 2 de noviembre, cuando se cree que los muertos regresan a sus tumbas y visitan a los vivos.
En esta fecha, las familias se congregan en los cementerios la noche del 1 de noviembre para amanecer el 2, uniendo esfuerzos para limpiar y decorar las tumbas. Se trata de un acto de amor y respeto hacia aquellos que han partido.
La tradición no se limita a México, aunque se celebra con menor intensidad en otros países del continente americano. El alma, según la creencia, debe pasar por pruebas antes de alcanzar el eterno descanso, y es tarea de los seres queridos acompañarla en este trayecto.
En 2017, Pixar lanzó una película inspirada en esta festividad, que ha encantado a audiencias de todas las edades y ha despertado el interés por vivir la celebración del Día de los Muertos en México.
Si te animas a ser parte de esta emotiva celebración, te compartimos ocho destinos que no te puedes perder:
Mixquic: A solo una hora de Xochimilco, este lugar es uno de los más tradicionales para celebrar el Día de los Muertos. La Alumbrada, donde solo los cirios del panteón iluminan la noche, es un espectáculo imperdible.
Janitzio: Considerado el pueblo mágico más emblemático para pasar esta festividad, en esta pequeña isla se realiza un desfile de canoas iluminadas con veladoras. La procesión termina en el panteón, donde las familias celebran la visita de sus antepasados.
Oaxaca: Aquí se celebran comparsas basadas en la creencia de que las almas del purgatorio vagan por las calles. La gente se disfraza de diablos, catrinas o calacas, y el chocolate es la bebida por excelencia.
Teotihuacán: El Festival Chaman Teotihuacán toma protagonismo, con noches de leyendas, ofrendas y exhibición nocturna de globos aerostáticos. Además, se realizan actividades que rememoran la época prehispánica.
Aguascalientes: En honor al creador de la Catrina, José Guadalupe Posada, se celebra el Festival de Calavera en la Isla de San Marcos. Este lugar está lleno de figuras en papel, ofrendas, gastronomía exquisita y leyendas.
Pomuch: Aquí se lleva a cabo la tradición de desenterrar el cadáver, sacar los huesos y limpiarlos con gran respeto y cariño, honrando la memoria del difunto.
Chignahuapan: Este lugar celebra el Festival de la Luz y la Vida en memoria al Día de los Muertos. El ritual incluye una caminata con veladoras y antorchas hacia una laguna mística, donde se realiza una representación de la cosmología náhuatl.
Ciudad de México: La capital también se suma a la celebración con un calendario de eventos que inicia desde el 15 de octubre. La mega ofrenda en el zócalo y el Gran Desfile de Día de Muertos son eventos imperdibles.
La celebración del Día de los Muertos no solo es una festividad, es un tributo a la vida y una muestra de la riqueza cultural de México. Cada rincón del país tiene su propia manera de honrar a los difuntos, pero todos comparten el mismo amor y respeto por aquellos que ya no están físicamente, pero siguen vivos en el corazón de quienes los recuerdan.
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