Los túneles subterráneos que recorren la ciudad de Chihuahua han sido objeto de especulación y leyendas urbanas durante décadas. Se dice que esta red subterránea conecta diversos puntos importantes de la ciudad.
Desde la Catedral hasta el templo de San Francisco, la antigua estación de policía y numerosas edificaciones históricas se ven conectadas por una red de túneles subterráneos. Aunque se ha debatido intensamente sobre su existencia y propósito, las evidencias concretas siguen siendo escasas.
La historia de esto tomó fuerza en el año 2001, cuando trabajadores que realizaban obras de mantenimiento en los desagües cercanos al Monte de Piedad descubrieron tramos de construcciones subterráneas en calles aledañas.
En el sótano del edificio “La Francia Marítima,” construido en 1888, una puerta sellada parece haber conectado en el pasado el templo con el edificio. Sin embargo, la posibilidad de que estos túneles se utilizaran para trasladar tesoros durante la Revolución ha sido desestimada oficialmente, sugiriendo que podrían haber sido parte de una red de acequias utilizadas para llevar agua al centro de la ciudad.
El debate entre historiadores y expertos sobre la veracidad de estos túneles ha sido constante. Algunos, como el historiador Edelmiro Ponce de León, rechazan la existencia de los pasadizos secretos, argumentando que son meras leyendas urbanas sin pruebas sólidas que los respalden. Otros, como el investigador Miguel Anguiano Carlos, aseguran con firmeza que los túneles existen y conectan diversos inmuebles históricos, incluyendo la Catedral.
A pesar de la presencia de algunos indicios físicos, como la construcción subterránea hallada en 2001 y la extraña puerta sellada en el sótano de “La Francia Marítima”, no se han llevado a cabo investigaciones exhaustivas para confirmar o refutar la existencia de esta red de túneles. La falta de apoyo financiero, promoción y foros de discusión oficial ha contribuido a mantener el misterio en torno a estos pasadizos.
Los relatos sobre estos túneles secretos siguen alimentando la imaginación de la población chihuahuense, siendo tema recurrente de conversaciones y leyendas.
A pesar de las diferentes versiones y puntos de vista, la verdad detrás de estos misteriosos túneles subterráneos sigue sin desvelarse por completo, dejando en el aire la incógnita sobre su existencia y propósito. Hasta que se realicen investigaciones más profundas y con pruebas contundentes, los pasadizos secretos de Chihuahua seguirán siendo parte de su rica historia llena de mitos y leyendas.