Kyla Blight, una adolescente británica de 17 años, ha sufrido graves consecuencias para su salud debido al uso intensivo de vaporizadores, llegando a perder una parte de su pulmón. La joven vapeaba el equivalente a 400 cigarrillos a la semana, aproximadamente 57 al día, lo que inicialmente consideró inofensivo. A continuación te damos todos los detalles.
El incidente crítico ocurrió el pasado 11 de mayo durante una pijamada con una amiga. Kyla se desmayó repentinamente y su piel se tornó azul, lo que alarmó a sus amigos y familiares. Fue trasladada de emergencia a un hospital donde, tras varios días de tratamiento intensivo, tuvo que someterse a una cirugía de cinco horas y media. Los médicos se vieron obligados a extirparle una parte de su pulmón para salvar su vida.
🔴Una adolescente británica de 17 años pierde parte de un pulmón por vapear‼️
— Andrey Mayarev 🇲🇽 (@AndreyDLaMancha) June 11, 2024
El vapeo excesivo de Kyla Blight, equivalente a 400 cigarrillos a la semana casi le cuesta la vida, tuvieron que extirparle parte del pulmón. pic.twitter.com/bIBcJNGIEo
El padre de Kyla, Mark Blight, describió la experiencia como aterradora y dolorosa: “Fue horrible de ver. He estado con ella todo el tiempo”, declaró a Kennedy News Media. Además de perder parte de su pulmón, Kyla estuvo en grave riesgo de sufrir un paro cardíaco. “Realmente amenazó su vida porque estuvo muy cerca de sufrir un paro cardíaco ese viernes. Dijeron que se puso azul. Pensaron que se había ido”, añadió Mark.
Los médicos explicaron que el problema pudo haber sido causado por ampollas en los pulmones, provocadas por los vaporizadores desechables que Kyla utilizaba. Estas ampollas pueden explotar y perforar el tejido pulmonar, llevando a complicaciones graves como la que sufrió la joven.
Kyla comenzó a usar vaporizadores a los 15 años, influenciada por la popularidad de estos dispositivos entre sus compañeros. Creyó que eran inofensivos y que no le causarían ningún daño. “Cuando tenía 15 años empezó a convertirse en algo popular. Todos mis amigos lo estaban haciendo. Simplemente, pensé que sería inofensivo y que estaría bien”, comentó la adolescente.
La cirugía y las dos semanas de hospitalización han sido una dura lección para Kyla, quien ahora comprende los peligros de los vaporizadores. “Honestamente, pensé que eran inofensivos y que no le harían nada a nadie, a pesar de que había visto tantas cosas al respecto. Siento que todos tienen la misma opinión”, concluyó.
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