En medio de un año repleto de eventos extraordinarios, los neoyorquinos fueron testigos de otro acontecimiento inusual el martes: un meteoro cruzó los cielos sobre Manhattan, Nueva York, dejando a su paso una estela de asombro y reflexión en la ciudad que nunca duerme. A continuación te damos todos los detalles.
El fenómeno cósmico, que fue avistado por primera vez sobre el puerto de Nueva York antes de desplazarse rápidamente sobre la Estatua de la Libertad y explotar a gran altura sobre Midtown Manhattan, añadió un nuevo capítulo a una serie de sucesos destacados que han marcado el 2023 para la Gran Manzana.
Meteoro visto sobre varias zonas del estado de Nueva York https://t.co/O5enbUKTT5 pic.twitter.com/H4B6tLjmI4
— V!©TO® (@victor69_) March 25, 2019
Desde un sismo inusual hasta eclipses y un juicio presidencial, los neoyorquinos han experimentado una montaña rusa de eventos este año, exacerbados por altas temperaturas y una tensa atmósfera política nacional. A pesar de ello, el meteoro pareció captar menos atención de la esperada en el bullicioso corazón de la ciudad.
“Lo oí, sí, sin duda”, comentó Pat Battle, presentadora de NBC News local. “Pero nunca se me ocurrió mirar hacia arriba”.
Mientras que para algunos fue simplemente otro día en la vida agitada de Nueva York, residentes de otros distritos y de Nueva Jersey reportaron haber escuchado un estruendo y observado una bola de fuego cruzar el cielo. La Administración de Emergencias de la Ciudad de Nueva York redirigió las preguntas sobre el incidente a la NASA, que proporcionó detalles preliminares sobre el evento.
Según el Observatorio de Meteoros de la NASA, el meteoro se avistó inicialmente a unos 79 kilómetros sobre Jersey City y viajó a una velocidad estimada de 61,000 kilómetros por hora antes de desintegrarse a unos 47 kilómetros sobre Midtown. Aunque eventos de este tipo son poco comunes en áreas urbanas densamente pobladas como Nueva York, la NASA señaló que pequeños meteoros como este no representan un peligro significativo para la población.
Para algunos residentes, el paso del meteoro fue interpretado como un presagio en un año cargado de incertidumbre y cambio. Charlotte Alberts, paseando a sus perros en Brooklyn, reflexionó: “Uno pensaría que se trata de una señal. Algo se está cocinando”.
Por otro lado, Bryant Grisham, visitante de Alabama, restó importancia a la coincidencia cósmica: “Es muy casual. Especialmente para la ciudad de Nueva York”.
Sin embargo, para Abdul Ndadi, escritor de ciencia ficción en el Bronx, el evento representó un recordatorio reconfortante de la inmensidad del universo frente a los problemas terrenales: “Al menos un meteoro es normal”.
A pesar de la especulación pública y el interés en el fenómeno, la NASA continuó ajustando su comprensión del evento a medida que surgían nuevos informes y datos. El paso del meteoro, aunque breve, dejó una impresión duradera en aquellos que lo presenciaron, recordándoles la capacidad del cosmos para sorprender incluso en los tiempos más tumultuosos.
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