Este 12 de octubre, la capital del estado celebra su 315 aniversario, consolidándose como una ciudad clave en la historia de México. Fundada en 1709 como Real de Minas de San Francisco de Cuéllar, la hoy Heroica Ciudad de Chihuahua ha sido testigo de importantes episodios históricos que han dejado una huella profunda en el país.
La ciudad tuvo su origen oficial cuando el gobernador Antonio Deza y Ulloa eligió establecer un asentamiento en la confluencia de los ríos Chuvíscar y Sacramento, aprovechando la riqueza minera del valle. En 1718, se elevó a villa bajo el nombre de San Felipe el Real de Chihuahua y, más tarde, en 1823, adquirió el rango de ciudad tras la independencia de México.
La fundación de Chihuahua
Durante la época colonial, la economía de la región floreció gracias a la minería, especialmente por las vetas de plata en Santa Eulalia. Esta actividad impulsó la construcción de importantes obras, como la Catedral Metropolitana, que aún se erige como un emblema del esplendor arquitectónico de la ciudad.
Chihuahua se ha distinguido como protagonista en diversas etapas de la historia nacional. En 1811, durante la lucha por la Independencia, la ciudad fue el escenario del juicio y fusilamiento de insurgentes como Miguel Hidalgo, Ignacio Allende y Juan Aldama, cuyas cabezas fueron expuestas como advertencia en la Alhóndiga de Granaditas.
Durante la intervención estadounidense en 1847, la ciudad vivió un periodo de inestabilidad, aunque recuperaría su importancia en la Guerra de Reforma. En esa época, el presidente Benito Juárez estableció la sede del gobierno nacional en la ciudad, gobernando desde la actual Casa Museo de Juárez entre 1864 y 1866.
Chihuahua y la Revolución Mexicana
El estallido de la Revolución Mexicana convirtió a Chihuahua en un punto estratégico del movimiento. Francisco Villa, líder revolucionario y gobernador provisional del estado, utilizó la ciudad como base de operaciones. Asimismo, figuras como Pascual Orozco y Francisco I. Madero encabezaron importantes acciones en la región, consolidando el papel de Chihuahua en este proceso histórico.
Después de la Revolución, Chihuahua experimentó un proceso de modernización. La construcción de presas, líneas de tranvía y el ferrocarril transformaron su infraestructura a lo largo del siglo XX. La llegada de la industria maquiladora en las décadas siguientes consolidó a la capital como un centro de producción industrial, vital para la economía nacional.
Con una población cercana al millón de habitantes, Chihuahua es actualmente la segunda ciudad más grande del estado y la undécima más poblada de México. A lo largo de los siglos, ha sabido adaptarse y prosperar, manteniendo su identidad mientras se convierte en un referente de competitividad en el norte del país.
Chihuahua no solo destaca por su economía y desarrollo, sino también por su patrimonio cultural. Monumentos, museos y festividades dan vida a la historia que ha forjado a esta ciudad. Cada rincón recuerda momentos decisivos para la construcción de la nación que conocemos hoy.
Este 315 aniversario es una oportunidad para celebrar la historia de Chihuahua y reflexionar sobre su papel en el pasado, presente y futuro de México. Como bien se dice, “quien conoce su historia, construye su porvenir”, y Chihuahua, con su legado, tiene mucho que contar y celebrar.
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