¿Qué es el síndrome del impostor? Según la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), es una condición psicológica que afecta a aproximadamente el 70% de las personas en todo el mundo. Este fenómeno, descubierto en 1978 por las psicólogas Pauline Clance y Suzanne Imes, se caracteriza por la sensación de que los logros personales y profesionales son el resultado de la suerte o la ayuda de otros, en lugar de ser atribuibles a habilidades propias y esfuerzo. A continuación te damos todos los detalles.
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El síndrome del impostor afecta a personas de todos los ámbitos y niveles de éxito, incluyendo figuras destacadas como Emma Watson, Michelle Obama y Neil Armstrong, el primer hombre en pisar la luna. A pesar de sus logros significativos, estos individuos han experimentado sentimientos de insuficiencia y dudas sobre su propia valía.
El síndrome del impostor
— Virginio Gallardo (@virginiog) October 16, 2023
Es un fenómeno psicológico en el que una persona es incapaz de internalizar sus logros, sobre todo a nivel intelectual y/o profesional, y sufre un miedo persistente de ser descubierta como un fraude. pic.twitter.com/G8R3Mce0z8
De acuerdo con la UNAM, los afectados por este síndrome a menudo luchan con la falta de confianza en sí mismos y una profunda inseguridad. Pueden sentir que sus éxitos son meramente fortuitos y temen ser descubiertos como “fraudes”. Este fenómeno se manifiesta en diversas formas, como la incapacidad para reconocer y disfrutar de los logros alcanzados, así como una constante ansiedad por hacer todo de manera perfecta.
Entre los síntomas comunes del síndrome del impostor se encuentran:
- Falta de confianza en sí mismos
- Inseguridad
- Depresión y tristeza
- Trastornos emocionales que afectan el desempeño laboral
- Ansiedad por la perfección
- Nerviosismo y la sensación de no estar a la altura
La percepción de ser un “impostor” puede afectar gravemente el bienestar emocional y el rendimiento de quienes lo padecen. Las personas que experimentan este síndrome a menudo se sienten insuficientes, independientemente de sus logros tangibles como títulos académicos o premios.
Reconocer y comprender el síndrome del impostor es el primer paso para abordar sus efectos. Aceptar que los logros personales son el resultado del propio esfuerzo y habilidad, y buscar apoyo emocional y profesional, puede ayudar a mitigar los sentimientos de inseguridad y promover una mayor confianza en uno mismo.
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