El fiscal del Distrito de Los Ángeles, George Gascón, ha expresado su apoyo a la solicitud de clemencia presentada por los Hermanos Menéndez, Erik y Lyle, al gobernador de California, Gavin Newsom. En un comunicado emitido el 30 de octubre, Gascón afirmó: “Apoyo firmemente la clemencia para Erik y Lyle Menéndez, quienes actualmente cumplen condenas de cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional. Han cumplido respectivamente 34 años y han trabajado en programas para apoyar la rehabilitación de otros reclusos”.
La defensa de los hermanos Menéndez presentó su solicitud de clemencia el 28 de octubre, y la oficina de Gascón ha enviado cartas de apoyo a Newsom. Según la normativa californiana, la clemencia puede manifestarse a través de una conmutación de la sentencia o un indulto.
The LA District Attorney announces he is recommending a resentencing for the Menendez brothers after 34 years behind bars.
— Pop Base (@PopBase) October 24, 2024
This could provide them a chance for a freedom at last. pic.twitter.com/cmlEtdmw2Y
Los hermanos Menéndez podrían quedar en libertad antes de navidad
El abogado de los Menéndez, Mark Geragos, declaró su intención de obtener la liberación de sus clientes para el Día de Acción de Gracias y el 93º cumpleaños de su tía, Joan VanderMolen, hermana de la víctima Kitty Menéndez. Geragos también indicó que, en caso de una nueva sentencia, buscarían cambiar la condena de asesinato a homicidio involuntario, lo que podría permitir su liberación inmediata.
Erik y Lyle Menéndez fueron condenados en 1996 por el asesinato de sus padres en Beverly Hills en 1989, cuando tenían 18 y 21 años. Gascón mencionó que “han estado en prisión durante casi 35 años” y considera que “es seguro integrarlos de nuevo en la sociedad”, resaltando el renovado interés público en su caso, impulsado por documentales recientes.
¿De qué acusan a Lyle y Erik Menéndez?
Lyle y Erik Menéndez fueron acusados formalmente de asesinar a sus padres, José y Kitty Menéndez, en su casa. También se les acusó por conspiración para cometer el crimen. La fiscalía aseguraba que tenían motivos para hacerlo:
- Se sugirió que los hermanos tenían un fuerte incentivo financiero para cometer los asesinatos, ya que se beneficiarían de una gran herencia.
- También se argumentó que la conducta de los hermanos después de los crímenes, como la compra de artículos de lujo y la aparente falta de dolor, demostraba que no sentían remordimiento alguno por haber asesinado a sus padres.
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