En un arriesgado acto que ha causado conmoción en la capital francesa, un individuo aún no identificado por las autoridades, se aventuró a lanzarse en paracaídas desde la Torre Eiffel, siendo posteriormente arrestado por la policía local.
El incidente ocurrió en las primeras horas de la mañana, cuando el individuo logró burlar las medidas de seguridad y entrar en el monumento antes de que este abriera sus puertas al público. Escalando hasta el tercer nivel de la torre, el sujeto llamó la atención de los administradores y de aquellos que transitaban cerca del lugar.
Ante la presencia del personal administrativo, se le instó a abandonar su peligrosa intención y a abandonar el lugar, preocupados por su seguridad y por la de quienes se encontraban en los alrededores. Sin embargo, el individuo hizo caso omiso de las advertencias y, desafiante, se lanzó al vacío desde una altura considerable.
El arrojado salto tuvo como destino el estadio de fútbol Émile Anthoine, situado cerca de la torre Eiffel, donde las autoridades lo arrestaron inmediatamente después de su aterrizaje. Fue trasladado a una comisaría local donde se procedió a su identificación y a la correspondiente acción legal por llevar a cabo una actividad peligrosa y en violación de las regulaciones.
La Sociedad de Explotación de la Torre Eiffel (SETE), entidad encargada de la administración del monumento, ha presentado una denuncia contra el individuo por su ingreso ilegal al lugar y por poner en riesgo no solo su propia vida, sino también la de los empleados y visitantes de la torre.
Este incidente no es el único que ha perturbado la tranquilidad de la Torre Eiffel esta semana. Días antes, el monumento fue evacuado temporalmente debido a una amenaza de bomba. Las autoridades activaron rápidamente los protocolos de seguridad y llevaron a cabo la evacuación, que fue levantada una hora después al confirmar que no se trataba de una amenaza real.
La SETE ha instado a los turistas y a la población en general a respetar las normas y restricciones impuestas en torno a la Torre Eiffel, resaltando los riesgos potenciales de acciones irresponsables que puedan afectar la seguridad de quienes trabajan en el monumento y de los visitantes por igual.
