Un grupo de investigadores ha hecho un descubrimiento impactante en Australia al encontrar una nueva especie de araña con características intrigantes. Esta araña, bautizada como la “araña asesina”, presenta patas en forma de lanza y una morfología corporal que recuerda a la cabeza de un pelícano. A continuación te damos toda la información.
El sorprendente hallazgo tuvo lugar en el Parque Nacional de Conway en Whitsunday, al este de Australia, un entorno selvático conocido por su biodiversidad única. Los investigadores, que inicialmente buscaban arañas pelícano, se toparon con al menos ocho ejemplares de esta especie previamente desconocida.
Congratulations to one of our founders, Dr Jess Marsh, who has received an Early Career Industry Fellowship from the Australian Research Council. Her project aims to protect the biodiversity of the Nullarbor caves, and IA are partners!
— Invertebrates Australia 🪲 (@invertsau) May 13, 2024
KI Assassin spider - image credit to Jess pic.twitter.com/twaRrsbzVr
La araña ‘asesina’, cuyo nombre científico es austrarchaea andersoni, ha sido objeto de estudio y análisis por parte de los investigadores, cuyos hallazgos fueron publicados en la revista Australian Journal of Taxonomy. Aunque el nombre puede resultar intimidante, es importante destacar que esta denominación se debe al comportamiento predatorio típico de las arañas, que capturan insectos para alimentarse manipulándolos con sus largas y delgadas patas en forma de lanza.
Tanto los machos como las hembras de esta especie exhiben un color marrón rojizo y una peculiar forma corporal. Su cuerpo está dividido en dos partes prominentes, una de las cuales se asemeja al abdomen estándar de las arañas, mientras que la otra parte presenta una forma inusual que recuerda a la cabeza de un pelícano.
Estas arañas ‘asesinas’ son maestras del camuflaje, habitando en las hojas de los árboles y moviéndose entre las ramas, donde se mimetizan con los desprendimientos secos y las protuberancias de los troncos y tallos. Esta habilidad les permite confundir a sus presas antes de capturarlas.
Con un aspecto compacto cuando están contraídas, estas arañas pueden alcanzar más de 2.5 centímetros de largo al extender sus patas, lo que las convierte en depredadores formidables en su entorno natural. Este fascinante descubrimiento arroja luz sobre la diversidad de la vida silvestre en Australia y subraya la importancia de la conservación de los ecosistemas únicos de la región.
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