Octubre es un mes especial: además de iniciar la cuenta regresiva hacia el final del 2024, trae consigo el regreso de uno de los platillos más esperados por muchos mexicanos: el pan de muerto. Con su característico sabor a naranja, su textura suave y una capa de azúcar espolvoreada, este delicioso pan es un verdadero placer para el paladar. Sin embargo, quienes disfrutan de comprarlo para varios días se enfrentan a un desafío común: ¿cómo conservarlo fresco sin perder su sabor y consistencia?
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Al intentar guardar el pan para disfrutarlo en otro momento, es fácil cometer errores que acaban afectando su frescura. Aunque el pan está pensado para ser consumido poco después de salir del horno, hay maneras de prolongar su vida útil sin sacrificar su calidad.
¿Cuáles son los errores más comunes al almacenar pan?
Uno de los errores más comunes es almacenarlo en bolsas de plástico. Según un panadero experto, este material impermeable es una de las peores opciones, ya que el pan es higroscópico, lo que significa que absorbe humedad del ambiente rápidamente. Esto genera un ambiente propicio para la formación de moho y le resta esa característica textura crujiente que tanto se aprecia.
Además, dejar el pan expuesto a corrientes de aire también puede ser perjudicial. El viento lo seca, altera su consistencia y lo endurece, dejando una experiencia menos placentera al consumirlo.
Otro error frecuente es cortar el pan en rebanadas para “hacerlo durar”. Si bien parece una solución práctica, esto acelera el proceso de desecación, haciendo que el pan pierda su frescura más rápido.
¿Cuál es la forma correcta de conservar el pan de muerto?
La mejor opción para conservar el pan de muerto es recurrir a las tradicionales bolsas de papel. Estas permiten que el pan “respire”, lo que ayuda a mantener su corteza crujiente durante más tiempo sin que se seque por completo.
Otra alternativa es usar bolsas recubiertas de parafina o papel encerado, comúnmente empleadas en panaderías. Este material ayuda a preservar la frescura del pan por más tiempo, aunque no es infalible; eventualmente, el pan se endurecerá o podría desarrollar moho dependiendo de las condiciones del ambiente.
Si planeas congelarlo, lo más recomendable es cubrir el pan con papel aluminio o guardarlo en un recipiente hermético. Sin embargo, la recomendación del experto es sencilla: compra solo la cantidad que sabes que consumirás en un corto periodo de tiempo y revisa siempre su estado antes de comerlo, para evitar cualquier riesgo para la salud.
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