La península de Baja California, una prominente franja de tierra que se extiende a lo largo del noroeste de México, está en el centro de un fascinante fenómeno geológico. Los científicos han revelado que, en un futuro distante, esta península podría separarse del continente y transformarse en una isla, un proceso impulsado por la dinámica de las placas tectónicas que modelan nuestro planeta. A continuación te damos todos los detalles.
Thierry Calmus, investigador de la Estación Regional del Noroeste del Instituto de Geología de la UNAM, con sede en Hermosillo, Sonora, ha proporcionado detalles sobre este fenómeno. Según Calmus, la península de Baja California se desplaza a una velocidad de cuatro a cinco centímetros por año hacia el noroeste respecto al continente. Aunque esta tasa de movimiento puede parecer insignificante a escala humana, sus efectos acumulativos son significativos a lo largo del tiempo.
Desde la llegada de los españoles a México en 1519, la península se ha movido aproximadamente 24 metros hacia el norte. Este desplazamiento, aunque imperceptible en la vida cotidiana, es un claro indicador de los cambios geológicos que están ocurriendo. Proyectando este ritmo de movimiento durante un millón de años, se estima que la península podría haberse desplazado alrededor de 40 kilómetros.
La principal fuerza detrás de este proceso es la falla del Golfo de California, un fenómeno tectónico activo desde hace unos seis millones de años. Este sistema de fallas, que incluye sismos locales frecuentes, se encuentra en una zona de interacción compleja entre la falla de San Andrés y las placas tectónicas del Pacífico y de Norteamérica. A medida que estas placas se deslizan, la península es empujada hacia el noroeste, mientras que el continente se mueve en una dirección ligeramente diferente, creando una separación gradual en la región del Golfo de California.
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Este deslizamiento está provocando que el mar inunde el espacio entre la península y el continente, acelerando el proceso de separación. Los geólogos estiman que podría tomar entre cinco y diez millones de años para que este proceso se complete y la península se convierta en una isla independiente.
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