Namibia ha tomado una decisión controvertida al anunciar el sacrificio de 723 animales, incluyendo elefantes, cebras y búfalos, con el objetivo de mitigar la grave crisis alimentaria provocada por una sequía severa que afecta al país. La medida ha generado preocupación y debate a nivel global, pero las autoridades aseguran que se trata de una acción necesaria para proteger tanto a la población humana como a la fauna salvaje. A continuación te damos todos los detalles.
El Gobierno de Namibia, a través del Ministerio de Medio Ambiente, Silvicultura y Turismo, ha declarado que la decisión responde a la urgente necesidad de alimentar a 1.4 millones de personas que están sufriendo las consecuencias de la sequía.
Namibia is planning to k!ll more than 700 wild animals, But Anant Ambani's Vantara Foundation reaches out to Namibia to prevent wildlife loss amid drought pic.twitter.com/jJoVqMblDF
— Trolls Officials (@trollsofficials) September 5, 2024
La falta de agua y pasto ha hecho imposible la producción de alimentos suficientes, obligando a las autoridades a recurrir a esta drástica medida. Según el vocero del ministerio, Romeo Muyunda, “la grave situación de sequía en el país ha incrementado los conflictos entre humanos y animales, y se espera que la situación empeore si el Gobierno no actúa”.
El plan incluye el sacrificio de 83 elefantes, 300 cebras, 60 búfalos, 30 hipopótamos, 50 impalas, 100 ñus azules y 100 antílopes eland. Los animales provienen de parques nacionales y zonas comunales donde sus poblaciones se consideran sostenibles. La elección de estos ejemplares busca evitar un impacto negativo severo en la biodiversidad y el equilibrio ecológico. Además, la medida también pretende reducir los encuentros peligrosos entre fauna salvaje y comunidades humanas, que han aumentado debido a la búsqueda desesperada de alimento y agua por parte de los animales.
La sequía no solo ha afectado a las comunidades humanas, sino también a la fauna salvaje. En algunos casos, como en Zimbabue, la falta de recursos ha llevado a la muerte de grandes cantidades de elefantes. En respuesta a este problema, Namibia espera que el sacrificio de los 723 animales contribuya a manejar el pastoreo y la disponibilidad de agua en áreas afectadas, aliviando así la presión sobre los recursos naturales.
A pesar de la polémica, esta práctica no es inédita en el continente africano. Países como Namibia han recurrido al sacrificio de animales en crisis similares para proporcionar alimentos y controlar la población de fauna salvaje, lo cual también ayuda a combatir la caza ilegal.
La caza de los primeros 157 animales ya ha producido 63 toneladas de carne, que se distribuye para enfrentar la crisis alimentaria. Aunque la medida ha suscitado críticas, las autoridades insisten en que se están siguiendo métodos sostenibles y que el sacrificio se realiza bajo rigurosos estándares éticos y científicos.
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